Las grasas al ser sometidas a diferentes procesos de producción se hacen inertes en el rumen, pasando por éste sin interferir en la fermentación de la fibra.
Estas grasas quedan luego libres en el abomaso, y son digeridas y absorbidas con alta eficiencia en el intestino, corrigiendo eficazmente el déficit energético que se produce al inicio de la lactación.

Mediante las combinaciones adecuadas podremos ajustar el perfil de ácidos grasos de la grasa a suministraren función de los objetivos de cada tipo de producción. La combinación de grasas fraccionadas, grasas hidrogenadas o jabones cálcicos, es una buena alternativa para eliminar la utilización de grasas animales para la alimentación animal. Se logra así también evitar los problemas relacionados con el alto contenido de ácido linoléico de algunos vegetales.